lunes, 16 de mayo de 2016

DOCTOR DESEO: ¡SEGUIMOS TEMBLANDO!



Kafe Antzokia, Bilbao

El culto noctívago, aparte de una filosofía vital, debería ser un género en sí mismo. No son pocos los ejemplos de bandas que rinden pleitesía absoluta a la noche y que no podrían entenderse sino acompañadas en cualquier tugurio lúgubre por un cigarrillo y una cerveza, un vino o algún otro combinado alcohólico. Entre tanto auge del veganismo y demás modas políticamente correctas hasta la náusea, nunca está de más reivindicar el canalleo, el deambular incesante sin tener lugar para caerse muerto o el abuso hedonista en todos los sentidos.

Surgidos en la antaño urbe gris e industrial de Bilbao durante aquella eclosión punk de principios de los ochenta, Doctor Deseo no tardaron en desmarcarse de las tendencias mayoritarias de la época y definirse sin reparos como un grupo de pop, en el sentido amplio de la palabra, ese que abarca las múltiples facetas de la llamada cultura popular y que en realidad nada tiene que ver con la degeneración actual del término como sinónimo de pieza comercial o de radiofórmula. 


Han pasado ya casi tres décadas desde que iniciaran su trayectoria, pero su espectacular tirón entre el público sigue siendo inagotable, con dos fechas consecutivas de entradas agotadas en su casa, el Kafe Antzoki bilbaíno. Y eso que estamos hablando de un grupo cuya presencia suele ser prácticamente constante durante las mil y una fiestas veraniegas que recorren la geografía vasca a partir del mes de junio.

Al margen de su excesivo predicamento en el vulgo, lo cierto es que Doctor Deseo se lo montan muy bien en escena, pues no recordamos haber salido nunca defraudados de algún bolo suyo. A ello contribuye desde luego la descomunal presencia escénica de Francis, con su lunar y sus labios pintados, su liga roja en el pantalón y ese sombrero tan característico que incluso han adoptado algunos de sus seguidores, como pudimos contemplar.


La excusa para el reencuentro se llamaba en esta ocasión ‘Igual y diferente…Una mirada distinta’, flamante CD/DVD de marcado carácter cinematográfico con nuevas composiciones inspiradas en míticos filmes como ‘Blade Runner’ o ‘Amor a quemarropa’. Y de hecho comenzaron subrayando su naturaleza sexual con la introducción susurrante del celebérrimo ‘Je t’aime…moi non plus’ de Serge Gainsbourg con Jane Birkin antes de arremeter con el tema homónimo y seguir a rajatabla el orden de su reciente lanzamiento con ‘El placer de conspirar’ y ‘Buenos propósitos’.

Una de las principales novedades respecto a anteriores ocasiones era la incorporación para los coros de la jovenzuela Maider Legarreta, que otorga a las piezas un realce impresionante, algo que sobresalió en especial en la colosal interpretación de “Igual e diferente”, ovacionada como si realmente fuera un auténtico clásico. Y “Como lágrimas en la lluvia” reúne asimismo los mimbres necesarios para perdurar en su repertorio, si uno hace caso a los vítores del personal.

La angelical corista Maider Legarreta.
 Acabaron el repaso a las novedades con “Gustatzen Zaigulako”, el tema euskaldun del disco, y siguieron en esa senda contemporánea con la actualizada “Busco en tus labios”, que contó con una magistral introducción de saxo a lo E Street Band y hasta volaron pétalos. Y Francis demostró sus sobradas tablas paseándose entre la muchedumbre, subiendo al piso de arriba y cantando a pleno pulmón a escasos metros de entregados fans ese estribillo que dice “Pidiéndote que arañes mi soledad”. Colosal.

Apelaron al humo y a la naturaleza noctívaga en la pretérita “¡Tan cerca del cielo!” mientras el voceras desgajaba la boa de plumas que envolvía al micro y su poso post punk asomó la cabeza en ese “¿Quién mueve las cuerdas?” en la que se antojaba imposible no acordarse de los primeros Héroes del Silencio. Al igual que en otras piezas con solera, llamaban la atención ciertos nuevos arreglos que lavaban por completo la cara y proporcionaban lustre modernete y frescura.


“A veces uno siente vergüenza de ser europeo, quizás mereceríamos que nos vuelvan a conquistar los bárbaros”, de esta guisa presentó Francis la tan vigente “Diez negritos”, que dramatizó al extremo simulando ahorcarse con el cable del micro. Y tocaron la fibra sensible con la estremecedora “Sigo temblando por ti”, con coros muy logrados del guitarra Toro, y con “Soñar, desear y atreverse…”, entonada casi al oído de alguna espectadora y con Francis cabizbajo y lanzando pétalos con saña cual artista atormentado.

Nunca aguantamos la comercialoide “Corazón de tango”, pero esta vez moló su épico comienzo al evocar el “Born To Run” de Springsteen. Mucho más atractiva nos pareció “Desde el centro del huracán”, de su histórico ‘Fugitivos del paraíso’ que tampoco se suele prodigar demasiado en directo, del mismo modo que “Has debido de llorar”, otra golosina para entendidos en su trayectoria, aunque con arreglos diferentes a la versión en estudio, por supuesto.


“Si queréis más, pedid”, con una frase tan bíblica se despidieron por un intervalo de unos diez minutos antes de regresar con la delicadeza de “Ahora que estás dormida”, en la que sorprendió contemplar a Francis encaramado en el segundo piso. “Sueños gastados” fue otro agradable guiño para los seguidores que aprecian algo más aparte de su vertiente popera y “Abrázame” unificaría criterios con la desgarradora interpretación de Francis sentado en un monitor y mirando hacia el suelo. Pelos de punta.

El in crescendo discotequero de “Loco”, con lluvia de pétalos blancos, cristalizó en la inesperada “Soy tu robot”, de aquel ya lejano debut por el que les comparaban incluso con Parálisis Permanente por sus letras morbosas y de trasfondo sexual. Y de ahí tampoco existía demasiada distancia a su animada revisión del “Love Will Tear Us Apart” de Joy Division, que la mayoría, por supuesto, ni reconoció. 


La glorificación del travestismo “A mi pequeña María” debería haber marcado el final, pero se vieron obligados a retornar con la sosegada “¡Cuánto frío hace en Saturno!” y el derroche de bilbainismo “La chica del batzoki”, en la que amagaron al saxo con la BSO de ‘Pulp Fiction’ y sonó algo más aflamencada que en estudio. Y con la sede del PNV a escasos metros, si se enteran…

Otro bolazo para enmarcar de esta ya legendaria banda, que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos, renovar su repertorio sin traicionar sus principios y mantener un nivel a las tablas que ya quisieran muchos combos extranjeros. ¡Seguimos temblando por ellos!

TEXTO Y FOTOS: ALFREDO VILLAESCUSA



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